JACQUES MARTIN
Roma, año 12 antes de Cristo. El emperador Augusto es todopoderoso. Alix tiene más de 50 años y es senador. De regreso a Egipto para ayudar a Enak, Alix averigua que el único remedio capaz de curar su enfermedad mortal se encontraría en las ruinas de la Atlántida. Con incredulidad, el senador decide intentar la aventura. Los sacerdotes del Nilo aceptan indicarle el emplazamiento de la Puerta del reino legendario. Pero le imponen una inquietante condición. Alix deberá llevarles unas osamentas que fueron enterradas allí por Isis varios milenios atrás: las de Osiris, el poderoso dios de los muertos.