LEMA, BEA
Cuando Vera era niña, un demonio rondaba su casa y acosaba a su madre, tamborileándole los nervios hasta postrarla en cama durante días enteros. Si finalmente el demonio volvía a dormirse, ella tenía que permanecer en silencio para no despertarlo. De las sesiones de exorcismo con la meiga a las citas con el psiquiatra, año tras año, la superstición se desvanece por fin para dejar paso al diagnóstico. Y a pesar de los malos momentos, la enfermedad y las excentricidades, el amor de una madre y su hija resiste, más fuerte que cualquier otra cosa, a través del tiempo y las tormentas.