HIDESHI HINO
Cada casa es un mundo. Y en el confortable corazón del hogar no solo hay lugar para la luz, también anidan maldiciones y secretos.
Una constelación de luces titila en la noche de la ciudad. Familias enteras se protegen de miedos y peligros al calor de sus hogares. Porque, de puertas adentro, nada puede ocurrir.
Ah, pero cada casa es un mundo. Y en el confortable corazón del hogar no solo hay lugar para la luz, también anidan maldiciones y secretos. Algo que ha empezado a extenderse como una espesa niebla
ese olor a sangre bañando los rincones
¿Dónde estoy? ¿Es esta mi casa?
Qué importa eso
Si al fin y al cabo estoy muerta.