OSCAR MARTIN
Fortuna prosigue el viaje para continuar con la misión encomendada. Recopilar datos y dejar huella escrita de cada paso siguen siendo sus prioridades, aunque ahora ya no viaja sola: su hija, la pequeña Nova, camina a su lado. Un inesperado incidente les hace conocer a Siro y descubrir que su cometido no es más que el eslabón de una cadena de algo mucho más complejo y vital. Siro, poco a poco, les irá desvelando secretos que desconocían y los cambios que su imprevista relación ha de producir en el cometido de ambos. «No te equivoques. Aunque me veas fatigado y vencido, no soy comida fácil Mi hacha sigue tan afilada como siempre».